No podríamos decir que exista una personalidad drogodependiente, aunque sí es cierto que algunas características individuales pueden hacer más probable el inicio de un consumo cuando este interactúa con factores de tipo social y con los propios de las sustancias. La baja autoestima, la dificultad para tomar decisiones, la incapacidad para resolver problemas sin ayuda externa o la intolerancia a la frustración pueden ser algunos de los factores que inclinen al individuo hacia un consumo irresponsable